Libres en el paraiso donde vuestra alma os guía coexisten infinitas posibilidades más allá del entendimiento humano, más allá de la razón, más allá de donde nuestra vista alcanza a ver.
Es imposible con nuestra mente humana llegar a comprender, por eso hay que entrar en un estado de no mente y dejar de intentar captar en forma de pensamiento lo que acontece;
la comprensión y la guía es para el alma encarnada viviendo una experiencia humana en el finito cuerpo, que no es sino vehículo de lo que un Ser Superior de luz habita en esta vida, en este plano de existencia, en esta aventura, en este lugar del planeta donde inventamos el tiempo para poder sincronizarnos en este amplio horizonte de almas donde todo existe y coexiste: presente, pasado y futuro.
Decidir ser; decidir una experiencia es crearla; porque es en el invisible mundo sutil en el lugar donde la multidimensionalidad es infinita, donde se gestan las realidades.
No somos víctimas sino creadores. No somos fruto de la casualidad sino de la intención de un pensamiento que el alma creó para gestar un anhelo y un deseo que consideramos como humano.
Es tiempo de entender que un límite es algo inexistente en la condición multidimensional, ya que lo que está primero en mi mente se lanza en forma de vibración al Universo ; y allí, en el vasto océano de estrellas del que somos parte, resuena cual eco y nos es devuelto en forma de realidad.
Más allá de la vida humana habita el alma: aquella que eligió encarnar como tránsito temporal en el que experimentar un cuerpo y sensaciones: sutiles y vastas, intensas e imperceptibles. Y así , con esas sensaciones, configurar la experiencia que vibra como sensación y se adhiere al cuerpo de luz para toda la eternidad.
Es ahí, donde la mente como herramienta humana decide que hacer con la experiencia; decide, cual sofisticada máquina creada al servicio de la evolución, como integrarla en la vida que se transita, dándole vibración a lo experimentado.
Elegimos nuestro modo de enfocar la experiencia y así se integra como ente de luz para la eternidad.
Es así de vital importancia despojar al hecho de victimismo que tiñe nuestra evolución en un círculo vicioso (samsara) en el que repetimos una y otra vez, momento a momento, encarnación tras encarnación, aquello que no aprendimos, que no procesamos.
Vivamos con la ilusión de alimentar nuestra alma con todo aquello que nos ha llegado, de reinventarnos a cada instante; sabiendo que solo hay diamantes cubiertos de barro, ya que cada lágrima en nuestro caminar no es sino la posibilidad de que un nuevo diamante sea gestado; no es sino bajo presión donde surgen las más brillantes gemas.
Cada paso que das te eleva hacia otro aprendizaje más; y solo es con tu mente como tú decides actuar: que hacer, que transitar, que aprender con cada experiencia.
En la esencia del alma no hay límites sino los producidos por la mente humana que decide bajar su vibración en los miedos del que considera que lo desconocido es la esencia de la evolución.
En el soltar y fluir encontramos los más valiosos tesoros que llamamos experiencias.
En el diario discurrir hay millones de matices que configuaran la realidad como algo diferente a lo que las apariencias muestran.
Da luz a tu vida buscando desde la vibración del que agradece aprender sabiendo que tu mente está a tu servicio sin ser tú esclavo/a de ella.
CANALIZADO POR SAMARA