Es en la luz donde se guía el camino.
Los pasos firmes y decididos saben que es en ese incesante caminar como se llega a otro punto del sendero . Porque si avanzas siempre llegarás a algún sitio cual transeunte, cual peregrino.
Es imposible no avanzar si tus piernas se mueven gráciles, si tus pies pisan firmes y tu mirar sereno va viendo las señales que te guían en el camino.
Transita sabiendo que , aunque la espesura del bosque te impida ver la luz, siempre en el caminar llegarás a un lugar donde las puertas se abren y los días se celebran.
Esa es tu fuerza, el saber que no por no ver el sol no quiere decir que no exista.
Camina, actúa , ve dando un paso cada vez.
No sucumbas al hastío , al aburrimiento o al abatimiento del que piensa que no hay más vida, que no hay más oportunidades , que todo es oscuro.
Es en el caminar donde tus ojos del alma van descubriendo que todo va viniendo cuando parecía imposible desde la quietud; porque el hombre no hubiera llegado a la luna sin la acción de verse elevado.
Siente que Dios te envía su fuerza y su luz: está ahí, a tu alcance, esperando; pero has de caminar e ir explorando el camino para así ir comprobando cuantas señales te guían, cuantos aconteceres te esperan, cuantos deseos se cumplen.
Siendo de noche y perdido en el bosque , sabes que has de caminar para llegar al lugar donde hay luz. Tu búsqueda te activa, te guía, te permite leer las respuestas.
Es necesario actuar y la esperanza no es sino el saber que hay luz porque la noche nunca pudo frenar el día; nunca el invierno pudo prohibir explosionar al verano; nunca el río dejó de desembocar en el mar.
Y mirando esos ciclos con su silente ejemplo te impulsan a entender que es en la acción donde todo se descubre; a veces haciendo, otras sin hacer (en el silencio fértil donde te entregas, tras poner todo lo posible de tí, a que el universo actúe).
Hay vida si hay esperanza , porque es comprender que el día viene tras la noche; y así, hasta que el alba despierta, tus pasos caminan buscando la luz o se aquietan sabiendo que el amanecer está cerca dejando que el universo actúe con su sabiduría.
Ama la vida del caminante y descubre que hay detrás de cada recodo; transita la tristeza y el dolor sabiendo que nunca hubo un solo invierno porque jamás nadie pudo detener la llegada de la primavera.
Los pasos firmes y decididos saben que es en ese incesante caminar como se llega a otro punto del sendero . Porque si avanzas siempre llegarás a algún sitio cual transeunte, cual peregrino.
Es imposible no avanzar si tus piernas se mueven gráciles, si tus pies pisan firmes y tu mirar sereno va viendo las señales que te guían en el camino.
Transita sabiendo que , aunque la espesura del bosque te impida ver la luz, siempre en el caminar llegarás a un lugar donde las puertas se abren y los días se celebran.
Esa es tu fuerza, el saber que no por no ver el sol no quiere decir que no exista.
Camina, actúa , ve dando un paso cada vez.
No sucumbas al hastío , al aburrimiento o al abatimiento del que piensa que no hay más vida, que no hay más oportunidades , que todo es oscuro.
Es en el caminar donde tus ojos del alma van descubriendo que todo va viniendo cuando parecía imposible desde la quietud; porque el hombre no hubiera llegado a la luna sin la acción de verse elevado.
Siente que Dios te envía su fuerza y su luz: está ahí, a tu alcance, esperando; pero has de caminar e ir explorando el camino para así ir comprobando cuantas señales te guían, cuantos aconteceres te esperan, cuantos deseos se cumplen.
Siendo de noche y perdido en el bosque , sabes que has de caminar para llegar al lugar donde hay luz. Tu búsqueda te activa, te guía, te permite leer las respuestas.
Es necesario actuar y la esperanza no es sino el saber que hay luz porque la noche nunca pudo frenar el día; nunca el invierno pudo prohibir explosionar al verano; nunca el río dejó de desembocar en el mar.
Y mirando esos ciclos con su silente ejemplo te impulsan a entender que es en la acción donde todo se descubre; a veces haciendo, otras sin hacer (en el silencio fértil donde te entregas, tras poner todo lo posible de tí, a que el universo actúe).
Hay vida si hay esperanza , porque es comprender que el día viene tras la noche; y así, hasta que el alba despierta, tus pasos caminan buscando la luz o se aquietan sabiendo que el amanecer está cerca dejando que el universo actúe con su sabiduría.
Ama la vida del caminante y descubre que hay detrás de cada recodo; transita la tristeza y el dolor sabiendo que nunca hubo un solo invierno porque jamás nadie pudo detener la llegada de la primavera.
CANALIZADO POR SAMARA
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