lunes, 6 de junio de 2011

CANALIZACIÓN SOBRE LA MUERTE


Es el amanecer que precede a una nueva vida. Nos hace abandonar lo viejo e inservible para hacer sitio a lo nuevo y renovado que imprimirá un nuevo carácter a nuestra existencia.
El temor a la muerte es el temor a lo desconocido, ya que en el ciclo de la vida nada se interrumpe, ya que todo es un contínuo, un punto y seguido.
Sigue en tu camino un tiempo fluyendo y despidiéndote de lo que se fue. Hasta que llega lo nuevo, todo tu ser ha de fluir y dejarse llevar por la espesura del bosque  donde, el no ver, no significa que no existan los pájaros, que no exista la vida microscópica,  que la luz que empuje por pasar.
El ser humano en su ciclo de vida y muerte abandona su cuerpo porque el vehículo no le sirve más allá de las estrellas.
Dejamos la escuela terrenal para acceder a nuevos mundos, a nuevas lecciones que se impulsarán a partir de lo experimentado en esta aventura humana.
Llora el vacío y la ausencia que el que se fue deja en la tierra, pero siente el gozo de que, más allá de ese cuerpo ya caduco, las mejores galas de luz visten ese ser para ingresar en nuevas vidas.
Todo humano que se va sigue estando aunque tú no puedas verlo, ya que, ligero de equipaje y habiendo soltado lo que ya no le sirve, se eleva hacia otras vidas en busca de nuevos paisajes, de nuevas experiencias.
Abraza la muerte como algo tan hermoso que nos permite ampliar nuestra vida cuando el mundo en el que existimos ya todo es pequeño.
Agradece a ese ser que se fue todo lo que vino a darte, todo lo que te hizo aprender, todo lo que te ayudó a que tú fueras tú, ya que en el juego de la vida todo ser en tu camino está puesto de manera perfecta para ayudarte en tu evolución.
Ahora ya, despejado de toda limitación terrenal, ese ser que se fue está contigo desde otros planos , con sus gafas limpias viendo de tí aquello que realmente eres, viendo tu alma.Viendo más allá de tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Sigue estando en tu camino prestándote toda la ayuda a tí como lo que verdaderamente eres: un núcleo de amor y luz.
Cierra tus ojos para sentir a todos aquellos que se fueron, porque ya no importa lo que pudo suceder en el mundo terrenal ya que todo fue necesario, todo estaba proyectado para que tú evolucionaras, aprendieras, vivieras más en plenitud tras su partida.
Agradece lo que fue en tu vida el que se fue, y entiendo que sigue estando en otra forma  y en otro lugar, puesto que Dios quiso que estuviera en tu camino y eso es para la eternidad.
Despide todo lo que se va dentro de tí con el que partió, ya que te toca volver a reinventar tu vida, tus esquemas en tu caminar. Esa partida proyecta en un espejo dentro de tí aquello que también ha de irse, también ha caducado.
Despide con gratitud y amor todo lo que se muere. Cierra así el ciclo para permitir que todo se reubique y de ese modo pueda entrar y renacer en tu corazón esa otra parte de tí que ahora es su turno.
Nacer y morir, todo es lo mismo.
Siente desde tu corazón humano todo lo que se va, despídelo, vive lo que necesites sentir para su partida para que tu corazón pueda engendrar un nuevo ser tras cada adios, y encender la luz en tí mismo una y mil veces en esta experiencia terrenal.

                                    
                                           Canalizado por Samara  Corazón rojo ,  
                con un pensamiento de amor hacia mi padre terrenal en su camino hacia la luz.

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