jueves, 11 de agosto de 2011

CANALIZACIÓN SOBRE LA TRISTEZA


En los días grises del otoño las hojas caen de sus árboles mientras que en los albores del invierno los marrones de la naturaleza hacen su despedida.

Es, en el otoño interior, en los momentos tristes, donde podemos decir adios a todo aquello que fue hermoso y fructífero;  Pero tras la cosecha toca despedirse y renovar.

Abrazar la tristeza es rendir culto a esos días que van y vienen. Abrazar la tristeza es elaborar la despedida desde lo más profundo del corazón para que, en el reposo del crudo invierno, vuelvan a brotar resplandecientes y sublimes todas las hermosas manifestaciones de aquello que es vida en una y mil formas.

Caen los frutos, las hojas son arrancadas por el viento para que, la madre tierra se nutra de esos restos orgánicos y pueda alimentar las raíces de ese sublime árbol que, erguido, cada vez más cerca del cielo, se impulsa desde sus raíces bien nutridas hacia el infinito cosmos.

La tristeza te conecta con lo más profundo de tí, con tu alma sensible: la que se emociona con el cantar de un pájaro, la que vibra con la caricia de su amante, la que goza de aquello imperceptible y por eso sutil y a la vez hermoso.

Conectar con tus momentos de tristeza es sentir el invierno interior en lo más profundo de tu alma. Allí, donde parece que todo está quieto e inmóvil y, sin embargo, ayuda a nuestra naturaleza esencial a hacer sin hacer, a tomar el impulso necesario para que la explosión de vida , que es la primavera, irradie en todo su explendor hasta los últimos rincones de la existencia.

La tristeza nutre tu alma de la sensibilidad que te hará captar aquello que necesitas para poder ser tan feliz como su naturaleza sagrada merece.

Eres luces y sombras. Tras encender la llama que te hace ver, supiste que hay luz porque anteriormente no podías ver nada.

Cual oscuridad activa la luz, la tristeza llena de ilusión y fantasía a la esperanza del que, en definitiva, se siente vivo.

Qué es la tristeza sino el sonido simple del que dice adios. Que es la tristeza sino el preludio de la alegría.


Qué es la tristeza sino la confirmación de que nuestra esencia vital es alegría y luminosidad.

La tristeza pasajera te invita a despedirte, a vaciar, a limpiar tu alma. La tristeza permanente te ata y ancla y desactiva aquello que tu ser superior es en definitiva: luz y alegría.

Alerta y conciencia es el ingrediente fundamental que te permite discernir, que te permite abrazar la tristeza pasajera y entender que prolongada en el tiempo desactiva tu esencia, tu luz, tu ilusión, tu fuerza, tus ganas de vivir.

Sé amable contigo mismo/a. Permite que tus emociones te hablen. Ellas te conectan con tu ser superior. Son el lenguaje de tu alma.

Bendice la tristeza, aquella que te humaniza, que  te hace parar, que te permite ser más sensible y amar con más conciencia.

Gracias, querida tristeza, por ayudarme a conectar con la verdadera semilla que Dios puso en mí. Gracias, querida tristeza, por hacerme entender que no existe otra música esencial  en mi vivir que la de la alegría.

   CANALIZADO POR SAMARA 

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