domingo, 17 de abril de 2011

CANALIZACIÓN SOBRE LA PAZ INTERIOR


Mira el mar en calma de una noche tranquila llena de estrellas; el reflejo de la luz nos hace conectar con el brillo más hermoso jamás existido.

Tu interior es ese mar y las estrellas están dentro de tí.

El momento en el que ves tu reflejo interno estás abrazado a esa quietud interior que nos trae el sentir que la vida es alegría, es plena, merece ser experimentada y transitada.

Busca tu quietud y tu paz alejando  tu ser de toda negatividad, de todos los bajos deseos de dañar al prójimo.

Por ley cósmica, lo que va vuelve. Por eso mantente en el centro de tu ser y de ahí irradiarás las más hermosas melodías de amor, las más hermosas melodías de alegría que harán de tu vida una contínua fiesta.

Observa tu mundo como el mar calmo cuyo viento no puede desplazarlo del lugar que Dios lo depositó.

Ayuda al cielo estrellado a que se mire en todo aquello hermoso que existe dentro de tí.

 Desde tu centro de paz amarás dejando una estela de hermosas fragancias a tu alrededor.

Es tu joya más preciada, y, cual tesoro custodiado, lo ponemos a buen recaudo para mantenerla intacta, pura, virgen.

 Aléjate de las bajas vibraciones conscientemente.

La alegría y el gozo auténtico de vivir provienen de corazones que viven en contacto con la grandiosidad del cosmos en sintonía con Dios.

Todo en la naturaleza es quietud, es paz, es armonía, es calma.

Del ritmo pausado de una estación florecen los árboles emanando hermosos aromas, maduran los frutos cayendo a Tierra cuando es el momento.

 Espera tu instante sagrado en el que la madre naturaleza te indica que dentro de tí algo germina y florece, madura y cae.

 Mírate en ese árbol que crece con la calma infinita que refleja la sabiduría cósmica.

 Siente la tranquilidad de saber que todo es perfecto y necesario. Tu instante actual no podía ser otro, no sería posible según el orden divino que ocurriera algo diferente, por tu bien y evolución. 

Conociendo esta verdad, poderosa y oculta, tu corazón entiende que ha de calmar su pálpito, para que, cual inmenso océano en quietud, pueda recibir el hermoso reflejo de las tililantes estrellas portadoras de la luz de la magia de la vida.

 Comprende tu verdad;siente que todo es perfecto y deja al universo hacer.

No hay mayor tranquilidad para un hijo que el saber que su madre, amorosa y abnegada, le prepara todo lo mejor para su destino, para su vivir.

Siente la paz del que comprende que en este instante todo es perfecto en el orden cósmico.

Siente la paz del que suelta sus manos y percibe que los ángeles alados lo sujetan y lo ayudan en su aventura de vivir.

 Siente la paz del que sabe que forzar algo distinto a lo que ahora mismo sucede no forma parte de los planes de Dios.

Respira y conecta tu chispa divina con el cosmos, llénate y suelta con confianza tus manos y tus pies.

Tu paz interior es tu mayor tesoro. Preservarlo intacto depende de tí.

 Colabora con la belleza de la creación y siéntete parte de esa obra maestra que Dios creó con su mano artesana.

 Nada podría ser mejor que lo que ahora te sucede. Tu corazón necesita oirlo de tus labios silentes.

Hazle saber a ese niño interior que habita en tu templo sagrado, que en el juego de la vida el fluir de las aguas moldea la belleza del paisaje.

El agua fluye en paz en su camino al océano; miradle y observad como las piedras que encuentra en su cauce no le hacen perder su frescura y transparencia.

Sé luz en la oscuridad entendiendo que todos somos luces y sombras. Amar las sombras es amar la luz porque forma parte de lo mismo.

Permanece en el centro de quien sabe que en realidad todo es luz, solo es cuestión de enfoque , de mirar con los ojos agradecidos del que ha recibido un hermoso regalo llamado vivir con todos sus matices.

Adéntrate cada día en tu aventura de vivir con tu centro intacto de aquel que sabe que sentir la paz es anclarse en el presente para construir un futuro feliz y pleno.

Respira paz; Sé paz; vibra en paz; instálate en tu paz.

Los movimientos del río de la vida traen remolinos que agitan las piedras del camino que, al llegar al final de su recorrido permanecen intactas tras transitar arrastrados por el fluir del agua.

Tu naturaleza es paz. Reconoce ese don sagrado en tí aceptando las turbulencias como parte del tránsito del agua desde su nacimiento hasta su llegada al mar

Obtenida la paz interior mímala como el que encontró una mina de diamantes.

 Hace falta coraje y decisión para elegir ser un templo de paz.

 Acepta, vivie, ríe, celebra, invita a participar a los otros sabiendo que el universo te provee como anfitrión de hermosos presentes y dones para compartir.

 Alégrate de estar vivo, abre tus brazos y siente que tu padre celestial te da lo mejor para tí, para tu evolución, para tu bienestar.

 Cierra tus ojos y cúbrete con las cálidas túnicas de los Dioses guardianes de lo sagrado para así entregarte al sueño del que vive honestamente su vida según dicta su corazón.

Canalizado por Samara Corazón rojo

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