jueves, 7 de abril de 2011

CANALIZACIÓN SOBRE LA INTUICIÓN

Si callas, escucharás.

Detén tu mente, herramienta poderosa pero ruidosa que obstaculiza el bello sonido que emana de la dulce flauta de tu sabiduría interior.

Eres sabio/a; tienes dentro de tí toda tu verdad, toda la comprensión de tus dones. Pero si los oídos de tu alma están tapados no podrás escucharte.

Es tu verdad, tu camino, la señal que deja brotar a lo sagrado que hay en tí.

La intución es tu guía, tu sendero, la voz de Dios que emana con dulzura desde dentro de tí proveniente de los lugares sagrados del cosmos para llevarte por el camino de la plenitud de tu alma.

Tu capacidad de pensamiento te fue regalada como herramienta para manejarte en este plano terrenal. Te ayuda a analizar, a procesar, a obtener datos...

Cuando solo es tu pensamiento el que es escuchado, tu yo sagrado, divino, eterno, es acallado y ensordecido  en sus mensajes de vida y de luz.

Ambas partes de tí han de coexistir. Cielo y Tierra se aunan en tu interior. El cielo está en la Tierra; lo sagrado de Dios se refleja en cada instante de tu existencia, en tu caminar y en tu devenir. Si no escuchas la voz de tu corazón, tu intuición, no serás capaz de reconocer esa hermosa dualidad que cohabita en tí.

Cierra tus ojos, respira, céntrate en un punto, en una luz y así tu mente se aquietará y el susurro con que habla tu intuición será capaz de oírse.

A veces nos da miedo escucharla porque se nos tambalea nuestro mundo terrenal en el que me he anclado, y entonces me tocará decidir si escuchar los mensajes de fuera o los de dentro de mí. La elección estará entre sobrevivir o vivir.

Si escucho lo más profundo de mí me estaré siendo fiel, me estaré guiando por mis ángeles custodios que, con amor, me llevan por el sendero que va hasta mi hogar interior, el lugar donde me siento en paz.

Quitemos todo el ruido: lo esencial es invisible a tus ojos, imperceptible por tus oidos, intocable por tus manos. Tiene el sabor de lo divino y me hace disfrutar de la plenitud del que sigue los caminos de su corazón, aquellos caminos para los que ha sido diseñado.

Para, escúchate, honra el silencio. Busca tus espacios de quietud donde, cual mágica luz, brotarán y resurgirán los duendes que están presentes cuando mi vida es un gozo contínuo, cuando mi  vida se rige por el ser de luz que habita en su interior y con su amor grandioso me guía hasta mi plenitud.

No tengas miedo a volar: escucharte y seguir esa voz sagrada implica a veces soltar y desprenderme de los convencionalismos establecidos para tener nuestra humanidad anclada en una gran masa crítica.

Seamos un único cuerpo con su diversidad. Una célula del corazón nunca pretenderá que la célula de un ojo sea de su misma naturaleza; pero ojo y corazón forman parte de un único cuerpo humano que , de este modo, es capaz de sobrevivir y de ser grandioso por la cantidad de células diferentes que coexisten para su funcionamiento.

Al igual, tu eres único e irrepetible, diferente en la unidad, con tus dones, tus creencias y tu misión diferente a la de tu hermano.

Escucha el susurro de tu corazón, es la voz de Dios que te implora que elijas el camino  de la felicidad que, traducido en salud, hará que tu cuerpo y el cuerpo que formamos toda la humanidad vivamos como uno en armonía.

Dios quiso mandar a cada no de sus ángeles terrenales a una misión distinta para que, entre todos, mantuviésemos en bello estado nuestro hogar, la Madre Tierra.

Descubre, querido ángel terrenal, que labor del hogar te encomendó el Padre. Escúchalo. Lo identificarás porque tus emociones serán plenas.

Así, escuchando tu voz interior, tu intuición, descubrirás que la vida está para ser transitada por tantas formas diferentes como seres humanos pueblan este hermoso planeta.

Solo tú sabes que es lo mejor para tí. La brújula de tus emociones lo identificarán a modo de paz interior y plenitud.

Acalla tu mente, cierra tus ojos, instálate en tu silencio, mira de frente dentro de tí con la quietud del atento observador y brotará en tí la voz de tu corazón, la voz de tu intuición.


Canalizado por Samara Corazón rojo

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