lunes, 28 de febrero de 2011

CANALIZACIÓN SOBRE LOS NIÑOS


Los niños que nacen en esta nueva era son seres evolucionados, maestros de la luz que vienen en misión de paz para ayudaros a cambiar los caducos esquemas de miedo y represión por los que os regís.

Es la revolución del amor y la libertad del alma la que está cambiando todas las envolturas de vuestra sociedad terrenal.

Tenéis que cambiar vuestra manera de mirar a los niños, ya que vienen repletos de mensajes en su actuar y en su sentir. Hay que verlos más allá de los ojos físicos : con los ojos del corazón.

Preguntaos en cada norma que transgreden si realmente no será ya caduca para nuestros tiempos.

La cultura del miedo y la represión está dejando paso a la era de la alegría y el amor.

Estos niños actúan con el corazón. Sus actos de rebeldía no son malintencionados, no tienen deseos de dañar. No es en contra tuya, sino a favor de la humanidad.

Obsérvalos y siempre trátalos con amor.

Han de adaptarse a este nuevo planeta y eso les crea conflicto.

Explicadles vuestras normas de funcionamiento,  pero plantearos ante cada transgresión si no os estarán dando información y os estarán diciendo que, a favor de la felicidad,  esa norma ya queda ridícula.

Traen en su mayoría un mensaje de evolución. Escuchemoslos.

Si son seres de luz no harán daño individualmente, simplemente serán transgresores. Algunas almas del bajo astral se encarnan en seres de este planeta, y es ahí donde veréis causar los daños; pero aún de este modo, siempre es bajo la llama del amor donde hay que inculcarles la disciplina, desde donde hay que observar los nuevos retos que nos traen nuestros niños.

Urgía cambiar el sistema y ellos son los ángeles mensajeros portadores de la información.

Observarlos meditativamente, preguntaos siempre que mensajes hay detrás de cada uno de sus actos.

Tenemos que poner consciencia en nuestra educación y entender que, las normas que nos rigen, nos ordenan y nos aúnan en nuestro funcionamiento terrestre; pero aún así cada alma encarnada que elige descender a este plano de la Tierra trae una misión distinta. Los ojos de nuestra alma han de ayudar a estos seres diminutos y hermosos a que encuentren su camino escuchando sus necesidades fuera de esquemas ya caducos.

Proyectar mis deseos e insatisfacciones frena la evolución de este planeta, ya que así encarcelamos a estos seres que vienen cargados con mensajes de amor.

Ellos han de recordar cuál es su misión y el mensaje que vienen a transmitirnos.

Habladles con el respeto del que tiene un maestro delante; hacedles sentir que son valiosos y que nos honra su presencia. Acompañadlos, se sienten extraños en este comienzo de su peregrinación; por eso permaneced con ellos tanto tiempo como os sea posible para que poco a poco descubran y sientan sus propias fuerzas, comprendan lo hermoso de esta vida que han elegido y vayan recordando su misión.

La risa, la alegría, el juego, el baile, la música, el disfrutar de la naturaleza... es la verdadera esencia de estos seres que nos están diciendo que Dios es amor y se refleja en la alegría del que existe, del que transita. Los esquemas del miedo, la tristeza, la sobrecarga no nos sirven ya.

Escuchad vuestras almas como chillan desesperadas en forma de insatisfacción y de enfermedades. Dios es amor, amor es alegría, alegría es luz, luz es sabiduría y la sabiduría es la garantía que nos proporciona el sentirnos vivos, el poder cumplir nuestra misión.

Conecta con el niño que hay en tí. Estos seres de luz y amor te ponen el espejo de ese niño, a veces perdido en tu interior que, atrapado  implora disfrutar, gozar, sentir, amar apasionadamente.

Dios es amor y los niños son sus ángeles mensajeros.

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